SALSA IS IN THE AIR…

…everywhere I look around.

Dado que de un tiempo a esta parte me he convertido en la tramitadora oficial de mi familia y balnearios (dadas mis conocidas habilidades, viveza y capacidad de protesta contínua durante más de 4 horas ininterrumpidas), ando de aquí pa’llá y de allá pa’cá.

Así, desde que puse un pie en la calle esta mañana hasta que volví en la tarde, con la firme convicción de que no regresaría sin conseguir mi cometido, y rogando una manito al cielo, la salsa fue mi fiel acompañante.

TÚ TE HACES LA BOBITA, ¡HAS CORRIDO UN MARATÓN!

No, esa frase no fue para mí (felizmente). 

Recuerdo que cuando me inicié en esto de la melomanía, esta canción, "Tu precio" de Costa Brava, fue una de mis melodías preferidas.

Y recordé esto al escuchar la canción en el micro, y cantaba (bajito no más): Y pensar que yo por ti pues daba la vida entera…

Cobrador: Hasta que me convencí que tú eres una cualquiera, eres manzana podrida que no se nota por fuera…

Chofer: Oye, ¡y a quien le caiga el saco que se lo ponga!

MeLi: Ya yo sé tu precio corazón, te ví, te hablé y llegué a la conclusión que no vales, que no vales un centavo, menos un pellón…

En ese entonces no entendía casi nada de la letra, pero el ritmo, la cadencia es lo que me parecía mostro, en especial cuando al terminar la canción dice: "que sonido tan triste cuando se acaba". En efecto, con casi 4 años de edad le gritaba a la radio que sí, señor, a mi también me parece muy triste que se acabe, please don’t go!

Cobrador: Ya yo sé tu precio corazón…

Chofer: Mulata, mulata, mulata, mulata, mulata, mulata, ¡MULATA!

Cobrador: Ya yo sé tu precio corazón…

Chofer: Y en la venta del mercado yo te digo fuiste tú la más barata…

Pero el recuerdo fue arrebatado cuando el chofer le gritó a una datera, como quien cantando: "Tú te haces la bobita, ¡has corrido un maratón!".

Y entendí que si pasa en la vida, pasa en la salsa también.

(<—- Escúchala en el radio si no me crees).

SA SA SA, ¡SALSA! 

Según el último estudio de CPI, las radios más escuchadas por la gente, después de RPP, son Radiomar Plus, Panamericana y La Mega. La música que dichas radioemisoras difunden no es otra que la afrolatina-caribeño-antillana: la salsa.

Y de eso, qué duda cabe.

A cada micro que subía o bajaba, y a cada dependencia que llegaba me recibía un "me fallaste, tú no sabes querer", o un "sobredosis de amor, sobredosis de pasión, tú conmigo, tú conmigo, túconmigo, túconmigo, túconmigoooooooooooooooo", un "eres dueña de mi vida y de amor, cómo aguanta este loco corazón, ¿en dónde estás? Te quiero amar", o "esta tarde vengo triste y tengo que decirte que tu mejor amiga estuvo entre mis brazos", pasando por "de vuelta la tristeza al hombro, fantasía herida"…

Y yo con un maldito dolor de estómago cantándome: "lo siento mucho, la vida es así, no la he inventando yooooooooooooo"…

Y DESPUÉS QUE LE PONGAN SALSA… 

Nacida a fines de los 60 para contar las alegrías y tristezas del pueblo afro latino caribeño antillano, el cross over y la falta de clara identidad cultural, y cuando el rock ‘n roll era vitoreado en todo el mundo, los latinos crean un nuevo género combinando el son cubano, el merengue, el bossanova, el cha-cha-chá, el mambo, el boogie-woogie y hasta la cumbia: el boogaloo. Y fue en un concierto de la Fania All Stars (de la cual me declaró absolutamente fan) cuando Tito Puente, al ver que todo el público bailaba sin parar, dijo:

"ESTO ES UNA GRAN SALSA"

(porque todo era un combinado total de gente de todos los países).

Puede que la salsa sea el género musical más escuchado en todo el mundo. A diario se venden miles de discos y lo que más hay en este país, despues de ambulantes, son bandas salseras. Hay muchos cantantes que hacen carrera en este estilo musical y que son más conocidos que los políticos: muchos jóvenes pueden decirte con seguridad todas las canciones de Eddie Santiago y no saber casi nada sobre los proyectos en defensa del consumidor propuestos por Yohnny Lescano.

En mi propia experiencia, es la salsa un género que sin querer queriendo o queriendo querer puede levantarte el ánimo en one, congregar miles de personas en un concierto aunque el cantante sólo tenga una canción conocida (¿quién no ha escuchado esa frase de "si tiene una sola canción ya puede venir a hacer un concierto"?), y llenar los bolsillos de promotores musicales en ascenso pero sobre todo en caída (¿o no recuerdan lo que pasó con Servando y Florentino en el ’97?).

De otro lado, quien la sabe bailar no sólo se lleva el respeto y la admiración del público en plena pista de baile, sino que también puede conquistar a alguien "duro de pelar" (también por experiencia). Además, ¿quién no se ha tomado unas chelitas (o ver a alguien haciéndolo) cantando "si te quieres divertir con encanto y con primor, sólo tienes que vivir un verano en Nueva York"? Lo que es yo, tengo varios amigos que dicen ser el producto de "aquel viejo motel, trae el recuerdo el día en que te hice mujer, tú te negabas yo insistiendo, pero después fuimos cayendo al dulce abismo que pretendes escondeeeeeeeeer". Total quemada.

¡A mí la salsa me vacila!

¿Y a ti?

Indudablemente, la salsa está en el aire. 

Que sonido tan triste cuando se acaba…