DÍGANME GRADUADA.

Sé que los hice esperar demasiado, pero entre las correrías, el cansancio y una que otra desaveniencia, no tuve tiempo de postear. Lo siento. Es mucho más fácil pedirles perdón que haberles pedido permiso. Ahora sí, a lo que vine:

¡Me gradúe el viernes! Jamás pensé que llegaría a sentir tanta emoción, confusión y diversión, todo junto de porrazo, pero es sencillamente inexplicable lo que pasó ese día. Los preparativos, la ceremonia, fácil fácil sentía como si fuera mi boda o algo así (no te emociones, honey), pues toda mi familia estaba super pendiente de que todo saliera oki doki. Cuando llegó el momento de subir a recibir el diploma, de que dijeran mi nombre, de recibir la felicitación de las autoridades de la Pucp, y de escuchar el "¡Bien, Wonder!" y "¡Bien, Guapa!" de mis familiares y amigos mientras saludaba a la gente… eso, no tiene precio.

No obstante, debo reconocer que hubo bastante alharaca porque -aun cuando sólo debíamos llevar 5 invitados- mi familia burló todo tipo de seguridad y fueron más de veinte (incluyendo la menudencia) los que me acompañaron ese día. Y mis amigos ni qué decir. Al final de todo, mientras tiraba el birrete de ley, me esperaba afuera del polideportivo una cola inmensa de personas… no, no para echarme el arroz, sino para tomarse una foto conmigo. Dios, ¡qué verguenza!

Y claro, la jarana continuó en mi casa. Todos diciendo palabras bonitas a la "recibida" (te felicito por haberte recibido, mamita) y yo improvisando un discurso que incluyó agradecimiento a todos los que colaboraron con mis rifas pro-fondos proyectos, mis encuestas, trabajos de campo y ‘n’ cosas que uno aplica en su entorno para aprobar cursos. Después de eso, la infaltable comilona.

Y al día siguiente conitnuó la procesión. La verdad, yo estaba cansadísima con tanto trabajo de la semana, compras, medidas de toga y un largo etcétera, que sólo quería quedarme en cama a ver TV y leer la Somos de cada sábado ¡Pero no! Ya que una es como el oso, feo pero sabroso, tenía que hacerme el peinado, probarme el vestido y demás cosas para verse decente -y de ser posible bonita- para la ocasión.

Llegada la noche, yo no parecía yo. Había sufrido una metamorfosis cual miss congeniality. Y la cereza que coronó el helado fue que mi pareja de graduación (también pareja en la vida real) siguió algunos de mis consejillos y me sorprendió con una barba nula y una vestimenta genial. ¡Qué más podía pedir! Sí, había algo: que encontraramos estacionamiento y que nuestras clases de baile surtieran resultado. También lo tuvimos. Lucky me!

Creo que el resumen general es que fue un momento kodak intenso y que lo repetiría tantas veces como sea necesario. Para que no se queden con las ganas, les muestro una pequeña foto con el birrete, porque las demás fotos de rigor aún no me las envía el fotógrafo.

No culpen al roche, no culpen a la cámara, no culpen a la lluvia: ¡salgo roja de contenta!

Les dejo con una canción que habla sobre las "memories" que todos tenemos en lugares/ocasiones especiales.

. Gladys Knight & The Pips – The way we were(Haz clic en play)

10 comentarios en “DÍGANME GRADUADA.

  1. Como no podía ser de otra manera, paso a felicitarte virtualmente, aunque ya lo haya hecho después de la graduación.

    Soy testigo de las correrías previas y posteriores a la ceremonia, las palabras de homenaje a la recibida (hasta instalaron dos micrófonos en casa), la carapulcra y el bailys cholo, la pelea con Miguel, el peluquero, el día de la fiesta, por querer hacerle un peinado con desenredo farsante, entre otras anécdotas.

    No te podrás quejar, me corté la barba, aunque parecía que me iba a un quince con tu primo Gerson.

    Por cierto gracias por lo de «me sorprendió con una vestimenta genial». Se hace lo que se puede.

    Alguien me dijo que la venganza es un plato que se sirve mejor frío, así que estaba pensando hacer un post con mis impresiones de la maratón o q diga graduación, ¿qué opinan?

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  2. Meli,

    Que bueno que ya paso todo el ajetreo y lo disfrutaste. Esperamos impacientes las fotos de la fiesta ,especialmente en donde sales bailando reggaeton.Oiga!!!!!!!!

    Saludos

    Schatz

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  3. Felicitaciones! Pronto estarás diciendo DÍGANME LICENCIADA…

    Te cuento que yo no tuve graduación, porque, cuando me tocaba, la promo era super-super desunida y dividida en argollitas. Quienes asumieron la organización fueron las de la argolla más pituquita (ay fo) que eligieron todo lo más caro y la fiesta en el restaurante más exclusivo y caro de entonces. Era el último año del primer gobierno de Alan García, y el «Salinazo» nos había dejado mal a muchos. Pero eso a ellas no les importó. Encima tuvieron la desfachatez de increparnos a los que no participamos; en su estrechez mental, nos dijeron que éramos unos negativos que estábamos boicoteando todo. Al final me dio cólera y no tuve pena en lo absoluto de perderme la ceremonia.

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  4. Pingback: Planeta Invazor! » DÍGANME GRADUADA.

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