El calor en esta ciudad es insoportable. Casi todos los días llego sudando a la oficina o a mi casa o adonde fuera gracias al bendito sol que nos acompaña desde finales de 2010. Creo que es uno de los veranos más calurosos que he vivido, casi casi como el de inicios de los noventas (91 o 92), cuando llegábamos a treinta y tantos grados, la gente paraba en la ducha y la situación era terrible… Aunque claro, nunca tan insoportable como ahora porque en ese entonces era una niña y mi única preocupación era jugar.
El tema es que el calentamiento global ya se está empezando a notar, la radiación ultravioleta en Lima llega a índices de 14, lo cual es muy alto, casi extremo. ¿Cómo haríamos? Yo me siento ya súper archi negra, casi casi como Celia Cruz, jajaja, y eso que me expongo muy poco al sol. ¿Cómo harán los vendedores puerta a puerta, los testigos de Jehová, los amigos del courier? ¡Mis respetos!
Y bueno, para refrescarnos un poco los dejo con una de mis canciones favoritas de la estación: ¡Ay qué calor! de Luna Verde, donde aparecía tu amiga la Juana Matilde, Carolina Sabino:
Para que vean que el calentamiento global y el medio ambiente ya eran temas de agenda mundial 16 años atrás, lala lala lala lá! ¿Cómo estaremos en 10 años? Dubi dubi dú, dubi dubi dú…
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