MANEJANDO, AHÍ VOY MANEJANDO.

La verdad es que manejar en Lima en pleno verano se ha convertido para mí en una experiencia A-LU-CI-NAN-TE (frase favorita de febrero). No sólo tienes que sortear los carros que de por sí vienen con un estilo de manejar distinto, sino que -además y todavía- los taxistas y los choferes de transporte público han hecho de esta ciudad su hogar, dulce hogar, y hacen literalmente lo que quieren en las pistas. Y bueno, como lo que hacen todo el día solamente es manejar, son:

  • Expertos en cerrar, voltear o cambiar de carril sin poner las luces respectivas
  • Se cuadran de imprevisto y en cualquier lado, y bajo el pretexto de las luces intermitentes encendidas a último minuto, se dan el lujo de insultarte si acaso osas llamarles la atención
  • Nunca te dan pase porque, claro, cuánto esfuerzo les ha costado a ellos obtener las habilidades que tienen como para ayudarte y llevártela fácil
  • Avanzan y frenan, avanzan y frenan, se chantan y recogen pasajeros donde mejor les conviene, sin importarles el semáforo en verde o la larga de cola de vehículos detrás
  • No toleran un carro nuevo y menos si va una chica manejando y mucho menos si esta chica les toca el claxon ante sus malas maniobras y muchísimo menos si ante una «cabreada» les hace el pare y los aplaude a vista, paciencia, asombro y escándalo de los otros conductores sanisidrinos, fo!
  • Son tan pioneros en la moda que han decretado el ámbar como el nuevo verde

Y claro, soportar todo esto con los 40 grados diarios que tenemos de calor pues, simple y sencillamente, no tiene precio. Pero ¿para qué hacernos mala leche con algo que no podemos cambiar solos? Ojalá la nueva alcaldesa haga algo por el tránsito de esta urbe. Ojalá, digo.

Mientras tanto, para hacer más llevadero el proceso Breña-San Isidro-Breña de todos los días, me pongo mis lentes negros, me amarro el pelo, bajo mis lunas y pongo mis CDs compilados de salsa o reggaetón y canto a voz en cuello los más grandes hits de todos los tiempos. Llego a mi oficina o casa empapada de calor, despeinada y seguramente cuestionada por varios choferes, pero me vale gorro! Mi chato y yo somos lo que somos!!!

07/02/11: Fecha real de publicación mental.

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